FINGIR UNA BAJA PUEDE SALIR MUY CARO
Recientemente hemos tenido acceso a una sentencia de la Sala Segunda de lo Penal del Tribunal Supremo del pasado 23/01/2020 en la que se condena a cuatro hermanos con una afición muy lucrativa (en apariencia).
Según leemos en la sentencia, “los acusados, con el propósito de obtener un beneficio patrimonial ilícito en perjuicio de las arcas públicas, se confabularon para, en la medida de su situación laboral y personal, y previa tramitación de los oportunos expedientes administrativos ante el INSS, obtener la declaración de incapacidad más severa posible, que les permitiera obtener las prestaciones sociales en función del grado de incapacidad alcanzado, simulando para ello unos padecimientos que no se correspondían en absoluto con su situación clínica bien por no existir en modo alguno, bien por ser exacerbados – de manera natural o con ayuda de la ingesta de productos médicos y/o farmacológicos”.
En base a esto, los “hermanos Dalton” fueron condenados como autores de un delito continuado de estafa agravada (250.1.5 CP), en concurso medial con un delito de falsedad (399.2 CP).
Por si fuera poco, tuvieron que indemnizar al Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, a la mutua y a la aseguradora con sumas que van desde los 14.374’73 hasta los 172.365’09 euros, sumando en total más de 270.000 euros.
Nuestro equipo de Detectives Privados legalmente habilitados y colegiados, son especialistas, con más de diez años de experiencia, en detectar bajas fraudulentas ya sea por enfermedad (profesional o común) o por accidente (de trabajo o no laboral).
RECORDEMOS QUE LA SEGURIDAD SOCIAL TAMBIÉN “SOMOS TODOS”.






